Hombre fiel a Dios.

El señor Ramón Enrique regresa a las 2 y 30 a sus labores cotidianas y termina hasta que caiga el sol. Usualmente venden todo lo que llevaba consigo, de esta forma vuelve a su hogar contento y feliz. Agradece a Dios por los conocimientos que le ha consebido acerca de las plantaciones. Le pide a Dios que le brinde muchos días más de vida y entusiasmo, con el fin de dar lo mejor en la tierra y a las personas que lo rodean.

Ramón Enrique Rodríguez es un agricultor que es admirado por los demás por su forma de ser y por su perspectiva de observar la vida. Es un ser humano que posee mucha fé en Dios y que ha valorado la tierra como un trabajo digno del hombre.

El tabaco tradición del campesino.

Uno de los hábitos que el agricultor más le gusta y realiza durante momentos de descanso, es fumar Pipa, cigarrillo o tabaco envuelto en papel. Si es pipa o tabaco envuelto en papel, después de limpiar y cortar el tabaco, envuelve pequeños pedazos en cualquier cuartilla marrón o lo introduce dentro de la pipa.

Destaca que fumar ha sido y será siempre parte de él, pues lo ha visto desde pequeño utilizado por su padre y además lo consume como parte de su cultivo al igual que el café.

"Me gusta el café, pero del puro"

Llega a la casa de Alsacia y se alimenta por segunda vez, la comida típica dominicana no le puede faltar: arroz, habichuela y carne. Si hay un día que no observa en su mesa la bandera pues se siente que no ha comido nada.

Luego, reposa en su asiento acomodado de tejas y alcochada de algodón y espera a que le den en las afueras de la casa lo que heredó de su padre del cultivo, el café. Por cierto puro, ya que así de esa forma es que lo mantiene despierto.

Ramón y sus clientes fieles.

Una joven de 17 años, es una de las que le compra de costumbre. Ramón dice que su madre siempre le manda a comprar verduras, en especial: yuca y cuando posee, plátanos. Pues la joven manifiesta que el señor tiene buena consideración con ella y su familia, por ser clientes fieles.

A partir de las 12 de la tarde, dependiendo del flujo de personas, ya Ramón paraliza por dos horas su labor de vendedor, para así tener por el resto de la tarde más energía y entusiasmo.

Ramón el Vendedor.

Enrique coloca el peso encima de un letrero, la caretilla en frente de la calle y el se sitúa detrás de ella y ahí acomodado, espera hasta que las personas se avecinan al lugar a comprarle.

Allí además de vender, comparte con las personas que trabajan en la parada y con las demás personas que transitan en la zona. "Solidario y alegre", así lo reconocen tanto sus clientes y amigos.

Manos a la obra.

Coloca los frutos y verduras que recolecta en una caretilla (pequeño vehículo de una sola rueda), lleva un botellón con agua, para saciar la sed durante el día, un peso y machete (navaja) consigo, como utensilios a emplear en cualquier momento.

Sale de la puerta de su casa y llega hacia el lugar destino de la venta, la parada de los motoconchos de la zona de Rancho Abajo.

Lechosa “congelada”.

Segundo, busca la lechosa que tiene “congelada”, es decir casi lista para comer, en el patio de Alsacia.

Hace dos meses atrás Ramón vendía caña y yuca de las que producía, sin embargo en este tiempo no posee. Su hijo para completar su mercancía, le lleva la yuca y de vez en cuando plátanos y con estas frutas y verduras emprende su labor de vendedor en la esquina de su hogar.

En busca de naranjas para llevar.

Cerca de su hogar hay una doña, llamada Alsacia Fernández que le proporciona además de un pequeño pote para echar la leche, su desayuno, comida y cena. En el patio de la casa de la doña, el señor puede entrar a recolectar parte de los frutos que se encuentran allí, por que él ha sembrado parte de las cosechas que se han producido.

De acuerdo a la producción de naranja, guayaba, cereza, chinola, aguacate, lechosa y otros más; Ramón lleva algunos para destinarlo a su venta. Lo primero que busca son las naranjas, pues dice que es bueno coger las frutas lo más temprano posible para así no perjudicar las florestas.

"Vamos a ordeñar la vaca"

Su primera actividad u/o oficio es ordeñar la vaca. Cuando va a dirigirse hacia el ganado, toma un recipiente para echar la leche y una toalla pequeña que la sitúa en un árbol para limpiarse las manos después que termina.

Primero Ramón coloca la vaca en una posición adecuada, saca el becerro que le pertenece a la misma, que está en el corral para amantarla y después de unos 15 minutos lo retira, lo dirige hacia el corral y comienza a extraer la leche que contiene el animal. Él coge la porción de leche que desea, al finalizar permite que la vaca coja su rumbo dentro del cercado, se seca las manos con la toalla y se destina hacia el lugar donde va en busca del recipiente que echará el líquido.

Ramón el Agricultor.

Ramón Enrique Rodríguez es viudo y padre de 12 hijos, es un agricultor de más de 25 años en la zona de Rancho Abajo, Santiago. Desde pequeño a trabajado en la tierra con sus padres. En la actualidad se dedica al cultivo de frutos, verduras y además a la venta de ellos cerca donde reside.

Su rutina o estilo de vida él la destaca como sencilla y placentera. A partir de las 8 de la mañana comienza su quehacer. Se coloca la ropa más cómoda y ligera posible para ordeñar la vaca y recolectar todo lo posible que encuentra en su “conuco”(pequeña parcela), además de los frutos aptos para vender que habita en su entorno.

Hoy escribo unas pequeñas líneas en el inesperado blog que creía que no poseía... Pues comienzo a contarles que no me recordaba que mi prima del extranjero me había creado uno. Sus afanes de que yo publicara algo que escribí a la ligera, la hizo crearme una herramienta que plasmara esas expresiones que surgieron y que surgen en el fondo de mi alma; por eso surgió Expresiones... sólo mías. Que luego se llamará así después de culminar la asignación de Producción de Medios Audiovisuales.