La educación así como también las áreas del saber ha evolucionado, lo que hoy conocemos como audiovisuales, tecnología, renovación, conceptos como posicionamiento, globalización, países periféricos, en fin, todo lo que ha alcanzado nuevas concepciones, el ser humano hace uno años no era capaz de concebirlo tan rápidamente.
Los procesos que vivimos son simultáneos, antes los avances se producían a procesos lentos, pasaban años para descubrir la cura de una enfermedad, pero ya el mismo ser humano se impresiona con la rapidez con la que suceden los avances.
Los paradigmas o modelos de la educación: Conductista, Humanista, Psicogenético, Cognitivo, Sociocultural, nos aportaron una visión más radical de la educación, actualmente no se hablan de ellos, pues la diversidad que existe de conocimientos, de los procesos culturales, no nos atan a adquirir un método.
El paradigma conductista estaba basado en la conducta “acción y reacción”, el humanista “el ser humano como centro, un ser pensante”, el psicogenético “nuestras conductas, aprendizaje es más biológico, genética”, cognitivo, “la razón, el conocimiento racional” y el sociocultural “conocimientos relacionado con los procesos sociales y culturales de nuestras culturas”, son perspectivas fijadas en un solo punto, en un tanto paradigmas obsoletos que sería imposible seguir uno mismo, cuando las exigencias del mundo actual está basado en la diversidad y sobretodo el pensamiento crítico de lo que todo lo que nos rodea.
Sin embargo, sin la aparición de estos paradigmas hay que reconocer que no seríamos lo que hoy somos, y como todo en la vida cambia, no podemos juzgarlos, en cambio, estas perspectivas de la educación nos brindan pautas distintas que nos sirven para hoy y en conjunto, nos hacen seres humanos más completos y dinámicos.
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